martes, 21 de abril de 2015

FACARACAS - PEDRO JAVER SOSA ALONSO

Hoy me gustaría hablarles de un yacimiento en concreto: el conjunto de Las Cuevas del Patronato o Facaracas. Aunque en el casco de Gáldar el lugar más famoso es la Cueva Pintada, tenemos otros yacimientos totalmentes desprotegidos y abandonados, pues parece que no se ha entendido que los restos de la antigua Agáldar eran todos un sólo asentamiento, y no yacimientos aislados como los conocemos en la actualidad. Hoy cada yacimiento tiene un nombre, pero en el pasado todo fue lo mismo, concretamente, uno de los núcleos poblacionales y centros neurálgicos de la Gran Canaria del momento de la conquista.
En este artículo lo que se busca es poner en valor un yacimiento, del cual se ha escrito muy poco y tiene una gran importancia. Un yacimiento que está siendo expoliado, en el olvido, con una parte en zona privada y otra expuesta al saqueo de quienes más destrozan el patrimonio. Por ello, me gustaría recalcar que en la actualidad este yacimiento parece no tener importancia para la administración pública, y no les culpo por ello (que también), si no por la poca investigación que se ha realizado al respecto.
Seguramente, muchos de ustedes se han preguntado alguna vez al ver cuevas la siguiente pregunta: ¿Vivirían ahí los antiguos canarios? Y posiblemente quizás tengan razón en muchos casos. Debemos de tener en cuenta que nuestros antiguos vivieron en la isla un largo periodo que supera por cuatro veces el tiempo que ha pasado desde la conquista hasta ahora, por lo que llegaron a ocupar la totalidad de la isla. Y, ¿por qué estoy yo con la perreta de Facaracas?
 
Pedro Gómez Escudero en su Historia de la Conquista de la Gran Canaria nos menciona lo siguiente:
"(...) una varonil mujer llamada Atidamana, que siendo docella quiso gobernar, y aconsejar a los más valientes, y ellos despreciándola escogió casarse con uno llamado Gumidafe, atrevido y valeroso que en poco tiempo se señoreaban la Isla y tuvieron a Artemy y este tuvo dos hijos que fueron los Guadarthemes de Gáldar y Telde cuando vinieron los españoles, el uno llamado Egonaigache Semidan, y el de Telde, Ventagaiche, habiendo de hacer sus juntas en Gáldar, y el de Telde por haber sido su gobierno en Gáldar, en las cuevas de Facaracas (...)".
En este texto podemos observar claramente la importancia de estas cuevas no sólo para Gáldar, sino para toda la isla. Un lugar donde se reunían los jefes indígenas para realizar sus juntas. Que además posee una necrópolis en la parte superior ¿Pero deja de ser importante porque no se conservan túmulos?. Primero vamos a explicar el yacimiento para luego profundizar en este tema, que no dejará de impactar a nuestros lectores y seguidores.
 

De lo que queda en la actualidad sobre estas cuevas es sólo el esqueleto de lo que fue en el pasado. Localizadas en un escarpe de toba volcánica, colgando en dirección a la desembocadura del Barranco de Anzofé, casi en el mismo Barranco de Gáldar, nos encontramos con un conjunto de unas cuarenta cuevas artificiales que fueron excavadas por los indígenas y distribuidas en dos niveles, uno superior y otro inferior. La parte de arriba se corresponde con el lugar donde hay más cuevas, también es verdad que es la más explorable, ya que la zona inferior se encuentra inmersa en una finca de plataneras evidentemente privada y cerrada por vallado y muros. Algunas de estas cuevas han sido reutilizadas, algunas como vivienda y otras para las labores pastoriles. Al encontrarse en una toba volcánica débil, algunas de las cuevas se han visto sepultadas por desprendimientos. Otras cavidades a pesar de todo conservan su morfología, donde podemos observar que sirvieron de vivienda. También posee partes dedicadas al almacenamiento y graneros. Estas cuevas son de grandes dimensiones, con muchos silos y alacenas en muchas de ellas.  
 




 
En la parte de abajo, las cuevas se conservan mejor que arriba, en primer lugar porque a parte de que muchas están sepultadas por el bancalamiento para el cultivo de la finca, otras, su único acceso es por pequeños agujeros por los que no cabe cualquier persona. Por ello, en esta parte de depósito sedimentario tiene mayor potencia que el de arriba. Se conservan argamasas en las paredes, muchos huecos y grietas, además de los techos en buen estado. En la finca que se encuentra delante de estas cavidades se puede ver material en superficie, lo cual nos hace pensar que si levantamos toda esa tierra aparecerían más cuevas, además de posibles estructuras que están ahora sepultadas.

 
Algunas de estas cuevas han sido reutilizadas y acondicionadas como almacenes, cuartos de aperos, etc., mientras que otras no. Una parte de este yacimiento se perdió ya que le falta parte del risco, lo cual es visible; y es donde en la actualidad se encuentra en un solar que se utiliza de aparcamiento de camiones. Las labores agrícolas, construcción de estaques, y construcción de invernaderos en esta zona, está afectando gravemente a este importantísimo e impresionante yacimiento arqueológico. Pero claro, no tiene pinturas rupestres ni calendario agrícola, por lo que parece que carece de valor. Algo de lo que estoy totalmente en contra por lo que seguiré manifestando en este artículo.

 
Lo interesante de las Cuevas de Facaracas es la importancia política que tuvo la vega de Gáldar durante la etapa prehispánica. Si consultamos la Guía del Patrimonio Arqueológico de Gran Canaria, en lo que respecta a este yacimiento, junto con el del Barrio Hospital, nos comenta que al haberse seguido utilizando el yacimiento se encuentra al borde de la desaparición. Lo cual es lógico si no se toman medidas urgentes para garantizar su protección. Facaracas, a pesar de su deterioro avanzado, nos presenta amplias estancias que se comunican entre ellas. Un lugar donde la tradición ha situado estas cuevas como la vivienda de Attidamana y Gumidafe, fundadores del linaje de la dinastía de los Guanartemes. Y no sólo eso, sino que se cree que fue en este lugar donde se convocaba una especie de consejo denominado como el Sabor (en algunos textos es citada su referencia a los asuntos militares o de guerra), en el cual se reunían los guaires o los jefes de los distintos cantones y tribus de la isla con la jefatura máxima, el Guanarteme.
 
 
Desde hace tiempo, se ha dicho que el Ayuntamiento de Gáldar tiene un proyecto para recuperar este espacio. Pero la crisis económica se nos ha echado encima y parece que no va a poder llevarse a cabo a corto plazo. Por lo que el yacimiento seguirá condenado a su deterioro que cada vez es mayor.

En el año 2012, cuando yo todavía era un estudiante de Historia en la ULPGC, fui a visitar el yacimiento después de unos días lluviosos. Como pueden observar en las imágenes, lo que allí encontré me dejó petrificado. Numerosos restos humanos se encontraban en superficie por todo el área superior del yacimiento. Es decir, que había un cementerio indígena del que no se tenía constancia, ni había nada escrito al respecto, o al menos a mi alance en aquel momento. Por lo que como loco comencé a fotografiar todo. Por lo que se veía, el agua de la lluvia había sacado a flote de la tierra los huesos enterrados, era evidente que se trataba de una necrópolis, y no sólo por eso, sino por el color claro de la tierra en algunas zonas que nos indicaban que se trataba de una fosa de enterramiento.
Lo peor de todo es que aquellos restos estaban siendo expoliados y alterados. Al lado de una pitera se encontraba un buen número de huesos largos que había puesto alguien, lo cual es muy peligroso, porque se estaba alterando el registro arqueológico del yacimiento. Alguien intentó esconderlos "con buena fé", pero la realidad es que no se sabría luego a que muerto pertenecían esos huesos. Evidentemente, en aquel momento avisé a las autoridades competentes que me conformaron días más tarde que asistieron al lugar. Al poco tiempo me fui a vivir al extranjero por motivo de estudios a la Universidad Nicolás Copérnico de Torun (Polonia), por lo que estuve más de un año sin saber nada del yacimiento. Cuando regresé a la isla, volví a visitar la necrópolis, y no encontré un sólo hueso de los que vi aquel día. No se si fueron todos saqueados, si las autoridades se los llevaron, o si fueron nuevamente escondidos. Sólo sé que esa necrópolis, y todo el yacimiento cavernícola siguen sin un vallado, sin una protección y expuesto a peor de los destinos.

 
En mis viajes de mochilero por toda Europa me llamó la atención cómo pueblos enteros vivían de sus yacimientos, sobre todo me he quedado impactado a ver cómo se cuidan las ruinas de ciudades romanas, las cuales están por todo el Mediterráneo y son prácticamente iguales. Con ello, no estoy justificando que carezcan de importancia, que la tienen. Pero las ciudades romanas tienen todas un teatro, un anfiteatro, un foro, insulas con diferentes estancias como tabernas, villas con su impluvium, etc. Y en Gáldar, tenemos un gran numero de yacimientos con estructuras y cuevas impresionantes, de una cultura única desarrollada en un medio insular, a la vez que heredera de los pueblos imazighen del norte de África. Por tanto, estamos ante algo excepcional; pero nos queda mucho que aprender, sobre todo sensibilizar a la gente. Porque la importancia de un yacimiento es el nivel de sensibilización que tenga en su población o en el político de turno.
 
Creo que Gáldar, debería coger ejemplo de otras ciudades para gestionar su patrimonio como Mérida, Burgos o Girona, ya que nuestra cultura indígena no es menos que otra. Nosotros somos quienes debemos proteger nuestro legado, ya que nadie lo va a hacer por nosotros. ¿Que pasa? ¿Que unas culturas son más importantes que otras? Yo opino totalmente lo contrario. Pero, ¿Qué opinas tú?.

viernes, 17 de abril de 2015

El mito de los huesos en la Arqueología



Siempre se habla, desde los arqueólogos, de que hay que intentar que la sociedad no vea a estos profesionales como unos aventureros a lo Indiana Jones. Sin embargo, yo creo que ese mito es una idea minoritaria entre los que no son "del gremio". Más bien, yo diría que la creencia más común entre la gente es pensar en los arqueólogos como muchachitos o muchachitas, armados con brochas y mucha paciencia, desenterrando huesos humanos (ya no digamos dinosaurios) y nada más. Esa creo que sí sería una idea errónea y peligrosa que hay que desmitificar, ya que considerar que los únicos vestigios importantes son los huesos puede hacer que los demás restos queden desprotegidos. 


En la Arqueología hay muchos campos, y tan arqueólogo es el que excava un cadáver (ya sea humano, cabra, oveja, cerdo, perro, gato o pescado), como el que lleva a cabo una prospección y encuentra los restos de un muro (que posiblemente luego resulte ser las ruinas de una fortaleza, el palacio de un rey, la casa de un esclavo... o simplemente un muro). Y no sólo eso, también hay que diferenciar entre arqueología de campo y arqueología de laboratorio (pues no todo es sudar), de donde se extraerán los datos con los que poder hacer trabajos de investigación para luego difundir los resultados a la sociedad. Y todo esto sin mencionar que la Arqueología es una ciencia multidisciplinar donde también intervienen (y son parte crucial) geógrafos, biólogos, geólogos y especialistas de ámbitos que, a priori, nada tienen que ver con las ciencias históricas.

En definitiva, la Arqueología es una disciplina que abarca muchos ámbitos de actuación de distintos tipos y distintos métodos. No hay que pensar en el arqueólogo como el aventurero busca tesoros, pero tampoco por alguien que se interesa sólo por los huesos, pues este último es sólo un ámbito de su estudio, y no necesariamente el más importante. Desde las pirámides más grandes de Egipto, hasta el fragmento de cerámica más pequeño, todos los restos del pasado son importantes y, por ello, debemos protegerlos y valorarlos como parte de nuestra identidad cultural y humana.

Aridane Mendoza Tacoronte

martes, 14 de abril de 2015

Proyecto educativo 'Aeduca'



En Arqueología Extrema tenemos un nuevo proyecto denominado Aeduca. Llevamos varias semanas trabajando en él, y consiste en la realización de un curso de introducción a la Prehistoria y Arqueología enfocado en las Islas Canarias para los más jóvenes (primaria y secundaria). Se trata de un taller en el que se impartirán clases teóricas y prácticas que tendrán, como objetivo prioritario, enseñar los aspectos básicos de la Arqueología del Archipiélago.


Este proyecto tiene la finalidad de divulgar y difundir el patrimonio isleño entre los más jóvenes. En primer lugar, para sensibilizarles desde que son pequeños con el legado de sus antepasados y aprecien en mayor medida su propia cultura, aspecto muy necesario en un mundo cada vez más globalizado. Por otro lado, también queremos recalcarles la importancia que tiene el registro arqueológico de los yacimientos para que sean consecuentes en un futuro, para que sepan respetar y proteger el patrimonio histórico existente, así como saber valorarlo. Si tenemos una población más formada, sobre todo desde que son pequeños, estaríamos realizando una enorme tarea de conservación para el futuro. 


Queremos enseñar a nuestros jóvenes a que amen su cultura, patrimonio e historia, y para ello hemos preparado este pequeño curso con el que queremos recorrer los colegios de las islas difundiendo este tipo de valores. Es una manera divertida de conocer el patrimonio en la que todos los alumnos participarán activamente en las diferentes actividades. En ellas se realizarán labores de arqueología experimental, como la talla de herramientas de piedra, elaboración de cerámica, herramientas de hueso, etc. También se realizarán actividades relacionadas con el dibujo arqueológico, entre otras cosas. El último día se llevará a cabo una simulación de excavación arqueológica, donde los niños podrán apreciar lo importante que resulta el registro de materiales para su posterior limpieza, inventariado, restauración y conservación. Finalmente, tras esta "excavación" podrán tener una exposición museística en su colegio de los materiales (experimentales) que han excavado, donde ellos mismos se encargarán de realizar la cartelería. 


Para ello necesitamos el apoyo de todos ustedes. Sobre todo en redes sociales, ya que es el lugar en internet donde más acceso tenemos a la gente. Si eres profesor o profesora de algún centro educativo, ya sea colegio o instituto, no olvides ponerte en contacto con nosotros. 


Para contactar con nosotros puedes enviarnos un e-mail a extremaarqueologia@gmail.com o a los teléfonos 683189261 o 618089448