miércoles, 25 de noviembre de 2015

ENTREVISTA AL DR. JOSÉ JUAN JIMÉNEZ GONZÁLEZ



JOSÉ JUAN JIMÉNEZ GONZÁLEZ (Las Palmas de Gran Canaria, 1960) es el Conservador del Museo Arqueológico de Tenerife, donde desarrolla su trabajo desde 1987, Doctor en Prehistoria por la Universidad de La Laguna y Premio Extraordinario de Doctorado. Por sus méritos académicos ha sido Becario de Postgrado del Plan de Formación del Personal Investigador del Ministerio de Educación y Ciencia en el Departamento de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de La Laguna, y de la Diputación de Barcelona en el Museo Arqueológico de Ampurias (Girona), habiendo trabajado también en El Museo Canario. Ha participado en campañas arqueológicas en las Islas Canarias, Baleares, Cataluña y Andalucía, desarrollando en equipo investigaciones etnoastronómicas y arqueoastronómicas en el Norte de África vinculadas a enclaves arqueológicos de la Antigüedad (Líbicos, Númidas, Púnicos y Romanos). Es autor de los libros «Canarii. La génesis de los Canarios desde el Mundo Antiguo», «Los Canarios. Etnohistoria y Arqueología», «Gran Canaria Prehistórica. Un Modelo desde la Arqueología Antropológica» y «La tribu de los Canarii. Arqueología, Antigüedad y Renacimiento». Siendo coautor de «Las manifestaciones artísticas prehispánicas y su huella» y «Las manifestaciones rupestres de las Islas Canarias», entre otros. Ha publicado artículos científicos en revistas nacionales e internacionales, algunos de ellos traducidos al inglés, francés, alemán e  italiano, y participado en congresos en Venecia, Milán, Turín, Azores, Coimbra, Aveiro y Varsovia-Frombork así como en cursos, coloquios y symposium en distintos lugares de España. Ha dirigido el Plan Especial de Adecuación del yacimiento arqueológico de Los Mugaretes de El Clavo (Gáldar, Gran Canaria), fue nombrado en su día Comisario de Patrimonio Arqueológico y Etnográfico de la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias y vocal en la mayoría de las Comisiones Asesoras de esa Dirección General.




1. Hemos visto que ha participado en numerosas excavaciones arqueológicas en la Península Ibérica y Baleares. ¿Qué campañas resaltaría y por qué?

Creo que todas las campañas han tenido su relevancia porque me permitieron tomar contacto con yacimientos arqueológicos neolíticos, tartésicos, protohistóricos y romanos, en un espectro cronológico amplio de enclaves habitacionales, funerarios, defensivos, cultuales, desde poblados de cabañas a urbanismo arquitectónico más complejo y tanto en lugares costeros como del interior. Y me ha permitido conocer la cultura material de aquellas sociedades, la funcionalidad y estudio de los objetos arqueológicos y también su interconexión más amplia.

2. De entre todas sus publicaciones nos gustaría preguntarle por su libro "La tribu de los Canarii. Arqueología, Antigüedad y Renacimiento". ¿Podría explicar a nuestros seguidores de qué trata esta obra?

El libro ahonda en el conocimiento de los Canarii, un grupo étnico tribal del Mundo Antiguo norteafricano del siglo I de nuestra Era, situándole diacrónicamente en dos lugares y periodos para percibir su evolución histórica documentada. Plantea qué había de interés en el Archipiélago para promover el poblamiento humano y propone su colonización planificada mediante la deportación de tribus hostiles desconocedoras de la navegación, que hubieron de ser trasladadas desde el vecino continente en embarcaciones romanas o romano-mauretanas a comienzos de nuestra Era como consecuencia de su participación en el levantamiento de los Maures contra Roma en época del Emperador Claudio. A partir de ahí la obra profundiza en cómo organizaron su adaptación insular en los casi 1.500 años siguientes.



3. Entonces, ¿hablamos de dos colectivos humanos distintos?

Efectivamente. Porque una cosa fueron los grupos tribales trasladados que se quedaron a vivir y dejaron su huella arqueológica líbica norteafricana, y otra cosa muy diferente las tripulaciones que les transportaron desde el vecino continente, no se asentaron en el archipiélago y -por consiguiente- no dejaron la impronta sociocultural que apreciamos a niveles constructivos en el norte de África, con los teatros, anfiteatros, estadios, circos, termas, foros, acueductos, calzadas, templos, mausoleos, estatuas, arcos y columnas conmemorativas.

4. ¿Cuáles de sus libros publicados destacaría usted?

Desde aquel primer artículo que publiqué en 1985 en la revista «Almogaren» del Institutum Canarium Hallein (Austria), titulado «Die Canarios. Ein berberstamm im Grossen Atlas», creo que todos y cada uno de mis libros implican la hoja de ruta que me tracé para afrontar la investigación de los grupos humanos del Mundo Antiguo norteafricano que tuvieron que ver con el poblamiento de Canarias. Por eso pienso que significan cada paso que he dado en ese recorrido arqueológico, etnológico, antropológico, histórico, geográfico, lingüístico, documental y paleoambiental, al que por fortuna aún le queda mucho que ofrecer.

5. ¿Podría hablarnos de su experiencia como Comisario de Patrimonio Arqueológico y Etnográfico de la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias?

Globalmente, supuso una experiencia pionera para poner en funcionamiento la primera Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias, encomendada a Celso Martín de Guzmán, un arqueólogo de gran talla intelectual, científica y personal. Como Comisario de Patrimonio Arqueológico y Etnográfico yo destacaría lo que pudimos materializar mientras fue posible: la renovación de la revista «Investigaciones Arqueológicas en Canarias», la publicación de la Colección monográfica «Estudios Prehispánicos», el Patrocinio de la marca Chivas Regal en la promoción televisiva de los Bienes Culturales Canarios, la realización del «Libro Rojo del Patrimonio Histórico de Canarias» (no editado posteriormente aún estando culminadas en imprenta sus cuartas y últimas pruebas), los proyectos del «Libro Blanco del Patrimonio» y un «Instituto Canario del Patrimonio», las «Jornadas de Estudio Después del 500», y un largo etcétera de gestiones, propuestas y actividades a las que «sólo les faltó un poco más de tiempo», como me confió el propio Celso Martín de Guzmán la última vez que hablamos.


6. ¿Qué proyectos tiene ahora en mente?

En la actualidad estoy priorizando el desarrollo de formatos innovadores para divulgar los resultados obtenidos con las investigaciones, primando la difusión, comunicación, proyección e intercambio de conocimientos a través de distintos soportes y recursos. Algo que me parece necesario y gratificante. Por ejemplo, ahora es más sencillo trasladar mi experiencia de varios años con Google Earth y otros programas informáticos que tienen un enorme potencial para la detección, localización y visualización de yacimientos arqueológicos, cruzando esa información con la documentación disponible sobre una gran variedad de temas interesantes para la arqueología norteafricana, como el entorno medio ambiental, los hitos constructivos, la aplicabilidad de las propuestas de reconstrucción, la ubicación y distribución de las tribus, la arqueotopografía del territorio, el paisaje de las creencias…Y algunas cosas más.

martes, 10 de noviembre de 2015

Entrevista a Nuria Álvarez Rodríguez


Nuria Álvarez es licenciada en historia por la Universidad de La Laguna. Especializada en estudios bioantropológicos y arqueológicos tras la lectura del DEA en el 2009 cuyo trabajo se centró en el estudio del mundo funerario en la isla de La Palma. Para completar su formación realizó un máster en antropología física en la Universiadad Complutense de Madrid, en la Universidad Autónoma de Madrid y en la Universidad de Alcalá de Henares. Actualmente se encuentra en fase de Tesis doctoral. Nuria, desde el 2005 hasta la actualidad ha participado en diversos proyectos tanto en Canarias como en la Península así como en el extranjero.


1.    Cuéntanos un poco sobre tu formación, hemos visto que has estudiado e investigado fuera de Canarias ¿Cómo ha sido la experiencia?
    He tenido la oportunidad de participar en varios proyectos fuera de Canarias siendo una experiencia positiva ya que abres miras a otros ámbitos y otras culturas. Por ejemplo, he podido trabajar con restos humanos de la Edad del Hierro en la Península a raíz de mi trabajo de Fin de Máster cuya cronología oscilaba entre los VII-III a. C. Eso es algo fabuloso ya que Canarias no cuenta con cronologías tan antiguas. Además, realicé una pequeña estancia en Francia con el fin de continuar mi formación centrada en el estudio de restos termoalterados pudiendo trabajar con restos galo-romanos. También estuve en Italia, en la antigua Pompeya estudiando los “fugitivos” de la ciudad en calidad de alumna de un curso. En resumen la experiencia ha sido muy enriquecedora porque he podido conocer otras culturas y aprender otras metodologías de estudio aplicable a nuestro ámbito insular.



2.    Sabemos que estás vinculada a diferentes proyectos que tienen que ver con la Recuperación de la Memoria Histórica de La Palma y Tenerife. Háblanos un poco del libro “En Rebeldía: once desaparecidos de La Laguna durante la Guerra Civil en Tenerife”.
    He trabajado en varios proyectos sobre la Memoria Histórica en varios ámbitos: en el campo de la recopilación de fuentes orales y en los procesos arqueológicos tanto en Tenerife (Cementerio de San Juan) como en La Palma (Fuencaliente y Puntallana).
El libro de “En Rebeldía” nace con el fin de dar a conocer unos hechos sociales, culturales y políticos acontecidos en torno a septiembre de 1936 y enero de 1937 que se centra en once personas asesinadas y desaparecidas que fueron declarados con posterioridad como rebeldes por no poder presentarse ante la justicia. Tradicionalmente las fuentes orales señalaban que sus cuerpos se encontraban en el Cementerio de San Juan, en La Laguna. Recomiendo que lean el libro, es muy interesante.

3.    Has sido contratada por el Cabildo de La Palma como arqueóloga, para trabajar en el Museo Arqueológico Benahoarita de los Llanos de Aridane ¿Podrías decirnos en qué ha consistido su trabajo en el museo?
   Los contratos principalmente se han centrado  en la realización de inventarios así como el estudio bioantropológicos de los restos óseos de los antiguos benahoaritas.

4.    ¿Cuál es el estado actual de la arqueología en La Palma?
   La  Palma pasó de estar en la vanguardia desde el punto de vista arqueológico a ser, hasta hace un par de años, una de las islas más estancadas en cuanto a investigaciones se refiere. Hoy en día, la arqueología en La Palma está emergiendo con la realización de diferentes proyectos que incrementan el conocimiento sobre los antiguos pobladores de la isla.

5.    ¿Se llevan a cabo excavaciones? 
    Hoy en día, como ya señalé más arriba, la arqueología está sufriendo un impulso positivo y se están realizando sondeos y excavaciones.

6.    ¿En cuales ha participado?
    Vinculado con el mundo de los benahoaritas, he tenido la suerte de participar en la excavación realizada en el poblado de cuevas de Buracas (Garafía), en el Barranco de las Ovejas (El Paso) cuyos sondeos se centraron en un poblado de cabañas. También hemos realizado una cata en un tubo volcánico de Las Manchas (Los Llanos de Aridane) así como excavado en la Necrópolis de La Cucaracha (Mazo), yacimiento funerario de gran importancia por albergar restos humanos termoalterados. Con la Memoria Histórica de La Palma hemos excavado en Fuencaliente y en Puntallana.


7.    ¿Qué destacaría de la cultura Benahoarita?
Podría destacar muchísimas cosas sobre Benahoare pero me quedo con su mundo funerario. Eso es debido a que mis estudios se centran en ese campo. El poder estudiar los restos humanos para que nos den información tanto de cómo vivían y cómo morían me resulta fascinante. Pero no es de lo único que podría hablar: La Palma cuenta con estaciones de grabados rupestres únicos en Canarias por su belleza y por sus motivos; la cerámica también es única no solo por su decoración si no porque actúa como un fósil guía siendo este hecho exclusivo ya que no sucede en otras islas, etc. 


miércoles, 23 de septiembre de 2015

Entrevista a Fabio Carreiro y David Rodríguez

            Fuimos compañeros del Grado de Historia en la Universidad de  La Laguna en la promoción de 2010 a 2014. Durante el ultimo curso, por circunstancias académicas, tuvimos que realizar juntos un proyecto de Prácticas Externas en el Museo Arqueológico de Tenerife, donde nos correspondió inventariar, catalogar y estudiar una fantástica colección de arqueología que la Guardia Civil había requisado en Tacoronte a un señor, tutorizados por la Catedratica de Prehistora Carmen del Arco y por las técnicos del Museo, Mercedes Martín y Mercedes del Arco. Mientras buscábamos bibliografía para documentarnos percibimos que existía un vacío importante sobre el tema en general, quizás por la complejidad del mismo (y la polémica que suscita) y decidimos comenzar a trabajar en el tema, en este sentido “El Coleccionismo Arqueológico en Tenerife” era como una iniciación en la que nos gustaría progresar y ampliar en el futuro.
           
1. Como saben, este blog está dedicado a la Arqueología. ¿Podrían contarnos de manera resumida dónde han excavado? ¿En qué excavación han aprendido más?
Tenemos una cierta y limitada experiencia como estudiantes y participantes en algunas excavaciones arqueológicas y cursos tanto en el archipiélago como en la Península y en Baleares. Cabría destacar que la experiencia en el Museo Arqueológico de Tenerife, nos permitió trabajar en un yacimiento privilegiado que está ofreciendo resultados muy interesantes, el de Lobos  I, en la isla de Lobos, frente a la costa norte de Fuerteventura y este verano pudimos aprovechar la fantástica experiencia del I Campus de Arqueología de Cueva Pintada, donde hemos podido aproximarnos a la gestión de un espacio único y a la innovadora metodología que supone la práctica arqueológica en un lugar de esa importancia.

2. Han estado un tiempo trabajando en prácticas en el Museo de la Naturaleza y el Hombre en Santa Cruz de Tenerife, donde se ubica el Museo Arqueológico de la isla. ¿Cómo ha sido la experiencia?
La experiencia de las Prácticas Externas en el Museo Arqueológico ha sido una actividad en la que cabría destacar la posibilidad que nos ha brindado de interrelación con profesionales de un notorio prestigio profesional e intelectual, más allá incluso de las personas que nos tutorizaban tanto académica como externamente, lo cual ha sido un auténtico privilegio, pero no sólo por la vertiente “laboral”, sino también por la extraordinaria calidad humana y la generosidad que han demostrado continuamente colaborando con nosotros en lo que fuera necesario para que desarrolláramos las actividades en que consistía nuestro proyecto de prácticas externas de la mejor manera. Ambos hemos trabajado en la catalogación y documentación de colecciones de donaciones arqueológicas y bioantropológicas, bajo la supervisión de técnicos del Museo Arqueológico de Tenerife y del Instituto Canario de Bioantropología. En gran medida del esfuerzo de esas Prácticas nace el libro "El coleccionismo arqueológico de Tenerife", pues efectivamente nos llevaron a indagar más sobre este tema, considerando la escasa producción bibliográfica que encontramos.

3. Recientemente han publicado un libro que se titula: "El coleccionismo arqueológico en Tenerife". ¿Podrían contarnos de qué trata este trabajo?
Se trata principalmente de un intento de sistematización de un tema complejo, que aborda desde los orígenes del coleccionismo arqueológico, consideraciones al respecto, la importancia que ha tenido en las islas, las mentalidades que se encuentran detrás... Hay una revisión bibliográfica en varios frentes, tanto textos científicos como de prensa y también un estudio jurídico que intenta explicar por qué la práctica coleccionista perdura tanto en el tiempo, al no estar expresamente prohibida e incluso aceptada socialmente como algo positivo, como se puede analizar a través de la prensa, de las fuentes orales... En cuanto a la legislación, siempre teniendo en cuenta que las leyes avanzan más lentas que las sociedades y en este sentido quizás el patrimonio ha sido un ejemplo a sensu contrario, la necesidad de protección del patrimonio no ha sido apreciada por todo el mundo de igual manera, aun hoy en día el coleccionismo de material arqueológico, pese a que lo prohibe la ley, es una práctica muy arraigada en Canarias y se observa con cierta pasividad por la Administración a nuestro juicio.

4. Fabio, como Licenciado en Derecho que eres. ¿Qué tipo de penas existen para quienes expolian el patrimonio o simplemente alteran el registro arqueológico?
Es verdad que la formación jurídica te da otra perspectiva de análisis de este tema, no puramente a nivel histórico, sociológico, pero bajo mi perspectiva y creo que ambos la compartimos, siempre hay que intentar entender que la ley es coercitiva por si misma, sin una apuesta educativa, formativa detrás desde los niveles más esenciales, tiende a tener poca efectividad. En ese sentido además de las posibles sanciones, lo importante es que la gente esté concienciada seriamente de que el respeto al patrimonio y al pasado es fundamental para configurarnos como una sociedad mejor, más avanzada…
En cualquier caso entre las distintas disposiciones legales que existen yo destacaría por su proximidad con el tema del coleccionismo que estamos abordando, la Ley 4/99, en su título VI y concretamente el artículo 96.2. i) que es esclarecedor: “no comunicar a la autoridad competente los objetos o colecciones de materiales arqueológicos que se posean por cualquier concepto, o no entregarlos en los casos previstos en esta Ley, así como hacerlos objeto de tráfico” supone una multa de hasta 150.000 euros si atendemos al artículo 99.b de la misma Ley.

 

5. La pregunta del millón. Sabemos que han estado excavando en el yacimiento romano de la Isla de Lobos (Fuerteventura). ¿De qué se trata dicho yacimiento?
El yacimiento de Lobos I, tal y como el equipo directivo ha explicado tanto en los medios de comunicación como en la exposición temporal que se está mostrando estos días en Fuerteventura, puesto que todavía se está a la espera de que se publiquen los primeros estudios, es un taller de producción de púrpura de época romana, fechado entre el siglo I a.C y el I d. C. Se trata de una instalación estacional, con zonas de vertidos, concheros, originados por la acumulación del proceso extractivo de moluscos marinos, correspondiendo el 99% a la especie Stramonita haemastoma; con un patrón de fractura de origen antrópico realizado con el fin de extraer el molusco vivo y obtener su tinte.
 El registro arqueológico encontrado hasta el momento, está comprendido por una manufactura romana: cerámica a torno (vajilla de mesa y cocina, ánforas, recipientes de cerámica fina…), metales (anzuelos, punzones, aguja de coser redes, fíbulas…) y un instrumental lítico (yunques, machacadores y mortero). Los restos de alimentación muestran un consumo de ovicaprinos, cerdos, peces, moluscos y cereales.

Este descubrimiento tan singular en el archipiélago, nos hace plantearnos en situar al islote de Lobos, como límite meridional de los intereses económicos romanos en época altoimperial. Como bien sabemos la púrpura fue considerada uno de los productos más preciados de su tiempo, convirtiéndose su comercialización en una actividad muy lucrativa que minimizaba los costes de explotación en zonas tan alejadas del Imperio, como nuestro archipiélago.